Monthly Archives: junio 2019

¿De verdad crees que el Orgullo LGTBI ya no es necesario?

Este año se conmemora el 50º aniversario del Orgullo LGTBI, una celebración que reivindica y defiende la igualdad de todas las personas al margen de su orientación sexual o su identidad de género.

No obstante, todos los años, sobre estas fechas, muchos haters repiten el mantra de que el “Orgullo ya no es necesario”, e incluso reivindican la celebración de un “Orgullo hetero” como si se tratara de una especie de agravio comparativo. Estos llamamientos suelen llevarse a cabo por parte de haters que, o bien ignoran la terrible realidad que miles de personas LGTBI viven en numerosas partes del mundo, o bien, por pura LGTBIfobia, quieren difundir sus mensajes discriminatorios.

En este artículo abordaremos algunos de los motivos por los que aún es necesario celebrar el Orgullo LGTBI y visibilizar las dificultades vitales y los riesgos para la vida con los que este colectivo tiene que convivir en numerosas partes del mundo. Así, aunque cada persona pueda celebrar lo que quiera, podremos hacer ver a los haters por qué exigir una celebración del “Orgullo heterosexual” carece de sentido a modo de reivindicación. También, puedes descargarte algunos materiales que ponemos a tu disposición para ayudarte a salvar a los haters de su espiral de odio y LGTBIfobia.

Reivindicar un ‘Orgullo hetero’ no es necesario y sí lo es visibilizar el Orgullo LGTBI porque…

…no existen países donde sea ilegal ser heterosexual o mantener relaciones heterosexuales.

Actualmente existen 70 países que condenan las relaciones entre personas del mismo sexo. En 59 se castigan expresamente con penas de prisión o se utilizan otros delitos para procesarlas penalmente –en la mitad de ellos la condena puede llegar a cadena perpetua– y aún permanecen 11 países en los que se mantiene la pena de muerte (Homofobia de Estado 2019, ILGA).

El número de países que criminalizan la diversidad sexual se ha ido reduciendo muy lentamente. Pero también existen estados cuya tendencia es claramente opuesta: recientemente Brunéi aprobó una ley que imponía la pena de muerte por lapidación a quienes mantuvieran relaciones sexuales con otra persona de su mismo sexo. Aunque afortunadamente la presión internacional ha conseguido poner freno temporalmente a su aplicación, esta es una muestra de que los prejuicios y las políticas específicas que atentan contra los derechos de las personas LGTBI continúan al orden del día.

…no hay países que prohíban el matrimonio o unión civil entre personas heterosexuales, las muestras públicas de afecto entre personas de distinto sexo o simplemente hablar en público sobre la heterosexualidad.

A pesar de los avances a nivel internacional, tan solo 54 países reconocen el matrimonio o algún tipo de unión civil entre personas del mismo sexo (Homofobia de Estado 2019, ILGA). El resto de países no tienen legalizadas este tipo de uniones o las tienen expresamente prohibidas en su legislación, como ocurre en 32 países.

Por otro lado, las muestras de afecto o cariño entre personas del mismo sexo en espacios públicos pueden acarrear terribles consecuencias en determinados lugares. En Rusia, aunque no está penalizada la homosexualidad per se, debido a su estricta legislación sobre la prohibición de “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales”, una simple caricia o un beso puede ser motivo de sanción penal. Esta misma ley llega a tal extremo, que colgar en Internet cualquier tipo de información sobre diversidad sexual por parte de ciudadanos rusos o incluso hablar en la calle acerca de las personas LGTBI puede acarrear multas o hasta penas de prisión.

…las personas heterosexuales no están expuestas a sufrir discriminación, insultos o agresiones por el hecho de ser heterosexuales.

En el último año en España se produjeron 629 incidentes de odio motivados por la orientación sexual o la identidad de género de las víctimas, como revela el Informe de delitos de odio e incidentes discriminatorios al colectivo LGTBI 2018 del Observatorio Redes Contra el Odio y la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Además, el acoso escolar motivado por la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género sigue siendo el mayoritario en nuestro país, lo que, en las situaciones más extremas, termina con cerca de 50 suicidios de jóvenes LGTBI cada año y con que otros 950 hayan llegado a intentarlo, según el Observatorio Español contra la LGBTfobia.

Y estas circunstancias se producen en un país que posee una legislación reconocida internacionalmente como avanzada en el reconocimiento y garantía de los derechos de las personas LGTBI. Imaginemos cómo será la situación de las personas no heterosexuales que viven en países donde no existe ningún respaldo legal a sus derechos ni a su dignidad.

…no existen grupos extremistas que se dediquen a “cazar” e incluso a asesinar a personas por ser heterosexuales.

Hace poco volvió a ser noticia la terrible situación que se vive en Chechenia, donde numerosas denuncias internacionales han alertado de la persecución de personas LGTBI y su traslado a campos de concentración donde son sometidas a tratos humillantes, a torturas e incluso son asesinadas.

Además de esta persecución, las personas LGTBI en Chechenia también son víctimas de una constante discriminación social con la que se alienta incluso a que las familias lleven a cabo “asesinatos de honor” contra los propios miembros que se descubran como LGTBI.

…ninguna persona ha sido expulsada de su hogar por su propia familia a causa de ser heterosexual.

Según un estudio reciente realizado en la Comunidad de Madrid, la principal causa de sinhogarismo dentro del colectivo LGTBI es la expulsión del hogar como consecuencia de que los miembros de la familia no acepten la orientación sexual o identidad de género de uno de sus miembros.

Al ser un estudio en el que se aborda por primera vez esta realidad, no existen unas cifras concretas y consolidadas, a diferencia de otros países en los que sí se ha estado trabajando con personas LGTBI sin hogar, como ocurre en Estados Unidos. Allí las cifras son sangrantes: las personas LGTBI tienen un 120 % más de probabilidades de vivir en el sinhogarismo que las personas heterosexuales; y, de hecho, 2 de cada 5 jóvenes que viven en la calle se identifican a sí mismos como no heterosexuales. Más cercano encontramos el caso de Reino Unido, donde 1 de cada 4 jóvenes sin hogar pertenece a este colectivo.

…no hay libros sobre “cómo dejar de ser heterosexual” ni pseudoterapias que pretendan cambiar la orientación sexual de las personas heterosexuales.

Aunque parezca mentira que aún existan, hay un amplio catálogo de libros, seminarios, webs… cuya misión es, en teoría, cambiar la orientación sexual de las personas homosexuales y “hacerlas” heterosexuales. Peor todavía, en muchos lugares –incluso en España– se publicitan presuntos psicólogos o terapeutas que promocionan terapias para “abandonar la homosexualidad”.

Las llamadas “terapias reparativas” o “de reorientación sexual” se han demostrado no solo como un fraude por ser absolutamente ineficaces, sino que las personas que se han sometido a ellas y organizaciones de psiquiatras han alertado sobre su peligrosidad. La Asociación Americana de Psiquiatras ha llegado a afirmar que “las formas de ‘terapia reparativa’ entrañan grandes riesgos como depresión, ansiedad y conductas autodestructivas; cuando el terapeuta muestra los mismos prejuicios que la sociedad, esto puede reforzar el odio que el paciente siente hacia sí mismo”.

…y finalmente porque, aunque originalmente se haya promovido desde el colectivo LGTBI, el Orgullo es un acontecimiento para celebrar la diversidad en todos sus aspectos, incluida la heterosexualidad, ¡que también forma parte de toda esa variedad de colores y matices que conforman la sociedad en la que vivimos!

Multitud de haters obvian todos estos datos y continúan afirmando que el Orgullo es innecesario y siguen diseminando su odio contra la diversidad… ¿no será que lo que buscan es poder seguir discriminando? ¿O es que les indigna que todas las personas, al margen de su orientación sexual o identidad de género, quieran disfrutar de los mismos derechos y la misma libertad para amar y ser feliz en cualquier parte del mundo?

El sueño de los haters: misoginia y xenofobia en un mismo bulo y

El sueño del hater: xenofobia y misoginia en un mismo bulo

Culpar a los hombres migrantes de la violencia de género: xenofobia de manual

Hoy queremos dedicarnos a otro de esos maliciosos bulos que circulan por ahí, alentado interesadamente desde ciertas posiciones, personajes y organizaciones. Nos referimos a aquel que afirma que la violencia de género y los asesinatos machistas son cometidos principalmente por hombres extranjeros.

Con este rumor, nuestros adorables haters consiguen rizar el rizo: alimentar la estrategia del odio en dos direcciones a la vez, hacia los hombres migrantes, como discurso xenófobo, y hacia las mujeres, a través de la extensión del discurso negacionista que rechaza la propia existencia de la violencia de género.

Acusar a los hombres extranjeros de ser los responsables de la violencia de género potencia, evidentemente, el racismo y la xenofobia. Podríamos decir que es un caso ‘de manual’. Los hombres inmigrantes son utilizados como chivo expiatorio al que culpar de un mal social, en este caso la violencia de género. Identificado el culpable, suceden dos cosas. La primera es que una vez hemos encontrado al culpable, podemos declararlo a los cuatro vientos, podemos señalarlo y dar cauce al odio contra él. La segunda, más sutil, pero no menos perniciosa, es que por el mismo mecanismo los demás hombres (autóctonos, no considerados extranjeros) quedan eximidos de responsabilidad alguna.

Según los datos estadísticos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, dependiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el 72 % de los hombres condenados por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer en 2018 fueron de nacionalidad española y el 28 % fueron ciudadanos extranjeros.

Parece con datos como este que la violencia de género concierne al conjunto de los hombres, al margen de la nacionalidad, origen o clase social.

Un bulo al servicio del discurso misógino

Pero es que como decíamos, este bulo sirve también a los intereses del discurso misógino, de rechazo u odio hacia las mujeres. ¿Y de qué forma, cuando podría parecer que se está denunciando la violencia de género?

Siguiendo el hilo de nuestra argumentación, el bulo que culpa a los hombres extranjeros alimenta el discurso negacionista que afirma que la violencia de género es solo un invento creado desde el feminismo y desde aquello tan recurrentemente utilizado de la ‘ideología de género’. Con mensajes discriminatorios de este cariz se refuerza esta idea: la violencia de género no existe, no tiene un impacto real y, en todo caso, es propia de los hombres extranjeros y, por tanto, es un fenómeno exógeno, ajeno a nuestra sociedad. Entonces, no tenemos nada de lo que preocuparnos, nada que solucionar. Jugada redonda.

Por esto, junto a algunos datos y argumentos, ponemos a vuestra disposición, afanados/as salvahaters, piezas como estas para responder en las redes sociales a estos comentarios de odio xenófobo y misógino. Accede aquí a las herramientas que ponemos a tu disposición desde Save A Hater.

Estos bulos, esta rumorología de origen incierto, hacen mucho más daño de lo que parece. Desde Save A Hater queremos invitaros a desactivar el efecto tóxico de estos mensajes: párate a pensar la mejor manera de reaccionar, y después, decide. Puedes cortar la cadena, pedir la fuente de la supuesta información que da base a su mensaje, contestar desmontando su contenido o, en caso necesario, denunciar ante la propia plataforma digital, ante una organización como Accem o, llegado el caso, ante los propios tribunales.

¿Quieres profundizar? Consulta fuentes fiables

El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, dependiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en su Informe sobre Violencia de Género correspondiente al año 2018, recoge datos de interés:

– Del total de 18.091 varones que fueron condenados en 2018 por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, los hombres extranjeros constituyen el 28 % del total por un 72 % de españoles.

– En los casos de violencia contra la mujer que se resolvieron en los Juzgados de lo Penal, fueron hombres extranjeros el 29 % de los 16.575 condenados, frente a un 71 % de españoles.

– En 2018 se recogieron un total de 166.961 denuncias por violencia de género en los juzgados españoles. El 31,5 % de las víctimas eran extranjeras.

– Sobre el total de 39.176 órdenes de protección solicitadas, en 12.616 casos correspondieron a hombres extranjeros, que constituyen el 32,2 %. Fueron hombres españoles el 67,8 % de los denunciados.

Además, Newtral publicó el pasado mes de diciembre una información que ahora queremos recuperar. En ella se hacían eco del informe dedicado a los asesinatos por violencia de género que publica anualmente el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad. Entre otros datos, este informe recoge si el culpable del asesinato ha nacido o no en España:

– 2017: el 66,7 % de los asesinatos fueron cometidos por hombres nacidos en España.

– 2016: 65,3 %.

– 2015: 73,3 %.

– 2014: 67,3 %.

– 2013: 68,5 %.

Esto significa que en los últimos años analizados, el porcentaje de culpables de asesinatos machistas que habían nacido en España superó siempre el 65 %, llegando a sobrepasar el 73 % en 2015.

¿No será entonces que nuestros queridos haters han vuelto a hacerlo? ¿Han vuelto a culpar de un enorme problema social a los inmigrantes para extender sus mensajes de odio xenófobo? ¿No será que además han querido simular que la violencia de género no existe como problema en la sociedad española? ¿No será que hemos vuelto a pillar a nuestros queridos haters, como se suele decir, con el carrito de los helados?

¿Las personas inmigrantes abusan de las ayudas públicas? Derrumbamos el mito

Las ayudas se otorgan a las personas con rentas más bajas

Hay un tema que suena en Radio Hater como una mala canción del verano, pero que acaba por hacerse un hueco en la mente de muchos/as a fuerza de ser repetido insistentemente. La lista de canciones de los haters xenófobos es siempre igual, mezcla bulos y tópicos; estereotipos, falsedades y generalizaciones. Pero, como la canción del verano, resulta pegadiza y eficaz. Hoy analizamos la canción de los haters (o más bien el grito desafinado) que afirma que las personas inmigrantes copan todas las ayudas sociales.

Para empezar, es necesario decir que el acceso a las ayudas y a los servicios sociales es un derecho que en todo ámbito administrativo en España (estatal, autonómico y local) se rige, como norma general, por un mismo criterio: la situación socioeconómica personal o familiar.

Existen ayudas económicas o ventajas fiscales (en materia de vivienda, sanidad, educación, etc.) que se conceden a las rentas más bajas o cuando se carece de ingresos; no así por pertenecer a una etnia, religión, origen o nacionalidad determinada. Es más: si en la concesión de estas ayudas directas se discriminase por nacionalidad, sería una situación directamente inconstitucional e ilegal.

Vamos a ver algunos datos: apenas un 16 % de las personas usuarias de los servicios sociales fueron extranjeros (según datos de 2015, recogidos por Newtral); sólo el 9,7% de los beneficiarios de prestaciones por desempleo nacieron fuera de España (dato de 2017) y tan solo el 1% de las personas receptoras de pensiones eran extranjeras.

Tener residencia legal, requisito para acceder a prestaciones

Hay un elemento más a añadir y a tener en cuenta: en España, la ley establece que, para poder acceder a todo el catálogo de prestaciones sociales, a excepción de las más básicas, es necesario tener residencia en España. Esto deja fuera a muchas personas inmigrantes que, al encontrarse en situación administrativa irregular, no pueden cumplir con este requisito. Queda así en evidencia que la condición de extranjero no supone una ventaja en las posibilidades de acceder a estas prestaciones, más bien todo lo contrario.

Sí existen algunas ayudas destinadas a fomentar la integración social o de carácter humanitario, que, si bien su origen procede en gran medida de fondos públicos, no se otorgan de manera directa. Esos recursos se gestionan a través de las distintas ONG, que, como Accem, trabajan con personas en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión, quienes las conceden en función de criterios basados en la situación de vulnerabilidad y emergencia social.

Es necesario decir claramente que las ayudas humanitarias, que sirven para afrontar situaciones extremas de emergencia social, o las ayudas a la integración son fundamentales y necesarias para construir una sociedad diversa, cohesionada y equilibrada socialmente.

Tampoco hay que olvidar que las propias personas inmigrantes, también aquellas en situación irregular, contribuyen a la financiación de los servicios públicos a través de impuestos como el IRPF, que grava sobre la renta, o como el IVA, cada vez que se compra un producto o se contrata un servicio.

Junto a estos datos y argumentos, amigo/a salvahaters, te dejamos aquí algunas piezas para redes sociales para ayudarte en esa tarea nunca suficientemente ponderada de salvar a los haters de ese riesgo cierto de combustión espontánea.

Todas estas falsedades hacen mucho más daño de lo que parece. Desde Save A Hater queremos invitaros a desactivar el efecto tóxico de los bulos discriminatorios: párate a pensar cuál es la mejor manera de reaccionar, y después decide: corta la cadena, desmonta el mensaje discriminatorio, solicita la fuente del rumor para averiguar si es o no veraz y, en caso necesario, denuncia. Accede aquí a algunas herramientas que te pueden ser de utilidad.

¿Quieres profundizar? Consulta fuentes fiables

En España, a nivel legislativo, las competencias para regular las ayudas sociales recaen en su mayor parte sobre las comunidades autónomas, que fijan sus cuantías y los requisitos de acceso, que deben estar basados en criterios justificados conforme a la ley y, en última instancia, a principios como igualdad y universalidad.

Dentro del marco jurídico estatal, la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social –conocida como Ley de Extranjería–, estipula expresamente que para poder acceder a todo el catálogo de prestaciones de la Seguridad Social y de los servicios sociales, a excepción de los más básicos y que responden a situaciones de emergencia social, es necesario tener residencia legal en España.

La única subvención pública destinada específica y directamente a personas extranjeras que se encuentren en España es la destinada al retorno voluntario, es decir, “aquella dirigida a facilitar el regreso a sus países de origen a las personas inmigrantes que, cumpliendo los requisitos legalmente establecidos, así lo deseen”.

Por su parte, Maldita Migración ha realizado un seguimiento de estas ayudas a nivel autonómico y las distintas administraciones han dado una respuesta unánime: no se dan más facilidades de acceso a las ayudas a las personas de origen extranjero.

¿No será entonces que a nuestros/as estimadísimos/as haters lo que les molesta es que todas las personas puedan disfrutar de los derechos sociales en condiciones de igualdad sin discriminación por su origen étnico o nacional?